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viernes, 13 de septiembre de 2013

IMPORTANTE DIFUNDIR!!!... PARA TOMAR CONCIENCIA Y ACCIONAR POR EL RESPETO POR LA VIDA Y LIBERTAD DE LOS DELFINES Y BALLENAS!!!


IMPORTANTE DIFUNDIR!!!... PARA TOMAR CONCIENCIA Y ACCIONAR POR EL RESPETO POR LA VIDA Y LIBERTAD DE LOS DELFINES Y BALLENAS!!!
TAIJI -JAPÓN: PLEACE- STOP CON LA MATANZA Y CAUTIVERIO DE LOS DELFINES!!! 

ARTÍCULO IMPORTANTE para comprender por qué la campaña de los Guardianes de la cala se llama "Paciencia Infinita", por qué consiste en documentar actividades, divulgarlas Y NO realizar acciones directas.

Redactado por el Capitán Paul Watson, traducido por Sea Shepherd España.


Defendemos a los delfines ante todo, por encima de todo y siempre

Comentario del Capitán Paul Watson

Este es el planeta Tierra aunque yo lo veo como el planeta Océano.

Cuando lo miras desde el espacio exterior no ves fronteras artificiales. Ves un planeta.

Todo está conectado y cuando una especie disminuye, disminuimos todos.

Se ha debatido sobre si la presión "extranjera" con respecto a la matanza de delfines en Taiji es contraproducente. Existe la opinión de que es un problema japonés y requiere una solución japonesa.

No estoy de acuerdo. Los delfines no son propiedad de los japoneses.

¿Deberían ser los españoles los únicos en oponerse a las corridas de toros? ¿O deberían ser los chinos los únicos en oponerse al shark-finning?¿O deberían ser los canadienses los únicos en oponerse a la matanza de focas arpa?

Durante las dos últimas décadas el gobierno canadiense ha arremetido contra la protesta extranjera que se opone a la matanza de focas sin embargo, durante las anteriores dos décadas, la oposición a la caza de focas fue exclusivamente canadiense. Brian Davies empezó en la década de los 60, Peter Lust se unió a principios de los 70 y yo a mediados de los setenta. Desde 1974 hasta 1977, el gobierno de Canadá ignoró las protestas de los canadienses. Fue en 1977 cuando llevé a Brigitte Bardot a los témpanos de hielo y el movimiento despegó.

El Primer Ministro de Canadá Pierre Trudeau se indignó ante la intervención extranjera pero si bien antes nunca nos había respondido, sí lo hizo ante ella. De repente, la matanza de focas se hizo internacional y Canadá empezó a sentir la presión.

De no haber sido por los medios de comunicación internacionales y las protestas no se hubiera logrado nada. Canadá recibió más correos de protesta contra la matanza de focas que el número de habitantes en Canadá y como canadiense aplaudí cada carta, protesta e intervención extranjera.

Y finalmente, fue el Parlamento Europeo en respuesta a la presión europea quien forzó la prohibición de los productos derivados de foca en Europa, un movimiento que ha destruido prácticamente las operaciones comerciales de caza de focas en Canadá.

No ha habido ni un solo acto legislativo para la conservación relacionado con la pesca, las ballenas o los delfines que se haya aprobado en Japón sin la presión extranjera. Luchamos contra las redes de deriva de Japón y fue la prohibición internacional sobre las redes de deriva lo que forzó a Japón a cumplir. Hemos luchado contra la caza de ballenas japonesa y, aunque recientemente el ciudadano medio japonés no sabía nada sobre la caza de ballenas en el Océano Austral, se puede argumentar que hoy prácticamente todos en Japón son conscientes de ella. La polémica consigue publicidad, la publicidad crea conciencia y la conciencia motiva la presión política, extranjera y nacional.

Los feroeses no dejarán de matar calderones por su cuenta ni los japoneses dejarán de matar delfines por la suya, ni los namibios dejarán de matar lobos marinos ni los chinos de matar tiburones.

¿Deberíamos todos aquellos que queremos poner fin a la matanza de delfines volver a casa y ocuparnos de nuestros asuntos?

Creo que defender a los delfines de los despiadados pescadores japoneses o de quien sea que quiera matarlos es un asunto nuestro. Es un asunto de todos.

En 1978 el americano Dexter Cate estaba en una ladera observando la isla Iki cerca del pueblo de Katsumoto.

Abajo, en un puerto de aguas poco profundas, los pescadores locales habían tensado unas redes que atrapaban a cientos de delfines para convertirlos en fertilizantes y comida para los cerdos. "Estos pescadores simplemente estaban allí para hacer su trabajo," decía Cate. "No lo veían como un asesinato, yo sí. Supe que tenía que hacer algo."

Así que durante una noche de tormenta en febrero, Cate penetró en la bahía en un kayak hinchable. "Desaté tres redes fijadas a la orilla," recuerda. "La última estaba tan tensa que tuve que cortar el nudo." Sin embargo el trabajo de esa noche no había acabado. Aterrorizados y desorientados, muchos de los delfines se agitaron sin rumbo fijo en las ensangrentadas aguas, incapaces de regresar al mar. "Me sumergí en el agua e intenté guiarlos fuera," recuerda. "Permanecí en la isla toda la noche haciendo regresar al mar a los delfines embarrancados."

Por la mañana, había liberado entre 200 y 300 delfines. Los pescadores regresaron a las redes. "Estaban furiosos." Cate se pasó tres meses en la cárcel aguardando el juicio. Fue hallado culpable de obstruir el negocio por la fuerza, recibió una sentencia suspendida de seis meses y fue deportado a su casa en Hawaii.

Dexter Cate trabajaba con la organización Fund for Animales con sede en USA. Anteriormente había sido cofundador junto a mí de Greenpeace Hawaii. Decía: "Es muy importante que la gente vea que el verdadero asunto no son los pescadores contra los delfines ni América contra Japón. El asunto es cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Estamos explotando nuestra tierra y nuestros recursos. A menos que no cambiemos nuestras costumbres, podemos decirles adiós a nuestros nietos."

Las acciones de Dexter junto con el dramático y explícito vídeo del productor Hardy Jones atrajo la atención mundial a la matanza de delfines y por tanto también de Japón. A pesar de ello, Dexter fue acusado de persona non grata e incluso se realizó un montaje en la isla Iki mostrando a Dexter como un espíritu maligno enviado para robar a los delfines de los valerosos pescadores japoneses.

Patrick Wall liberó delfines de nuevo en 1981 y fue encarcelado. Yo mismo fui a la isla Iki en 1982 y agradecí los esfuerzos de Cate, Wall y Jones y pude negociar un fin de la matanza. Lo que resultó interesante ese año fue que uno de nuestros miembros de equipo era Mina Fukuda, una azafata japonesa de Air France. Era nuestra traductora. Cuando llegó fue retenida por la policía e interrogada. Les dijo que se ocuparan de sus asuntos. Más tarde me explicó que la única razón por la que podía participar era porque vivía en Francia y podía ignorar las amenazas de ir a por su empleo o familia.

La realidad es que dentro del sistema japonés es difícil cuestionar a la autoridad sin consecuencias. Es la razón del porqué los tripulantes japoneses a bordo de nuestros barcos tienen sus caras tapadas excepto los expatriados.

En 1975, cuando yo y otros participantes trabajamos con el fotógrafo Eugene Smith para ayudar a promover su dramático ensayo fotográfico sobre Minamata y el envenenamiento por mercurio, ayudé a acogerle en Canadá junto con David Garrick y Taeko Miwa. Smith no era japonés pero expuso Minamata al mundo y, mientras el gobierno japonés no hizo casi nada por ayudar a las víctimas de Minimata antes que Smith, Japón se vio obligado a abordar el asunto gracias a su activismo. También se le dijo que no era bienvenido a Japón y recibió tal paliza por los trabajadores del sector químico que las heridas contribuyeron a su muerte prematura.

De no ser por Eugene Smith y su esposa Eileen, el horror en Minamata hubiera sido ocultado bajo la alfombra y olvidado.

En 2003, envié a Taiji a la canadiense Brooke MacDonald, una tripulante y fotógrafa a bordo de la campaña antártica 2002-2003. "Comprueba si está pasando algo allí," le pedí.

Y desde una ubicación privilegiada tomó las fotografías que dieron la vuelta al mundo a los pocos días. Puede decirse que esas fotografías y video son la mejor documentación que se ha tomado nunca en Taiji debido a la falta de obstáculos. Cuando vi las fotografías, envié a un equipo de apoyo y Ric O'Barry se unió a nosotros. Allison Lance y Alex Cornelissen se sumergieron en la cala, cortaron las redes y liberaron a 15 delfines. Fueron arrestados y pasaron cuatro semanas en la cárcel y fueron puestos en libertad tras pagar 8.500 dólares de multa cada uno.

El abogado en Tokio que contraté para defenderles quedó asombrado cuando oyó lo que estaba ocurriendo en Taiji y me dijo abiertamente: "Admiro su pasión pero es algo que no hará nunca ningún japonés." Cuando le pregunté el porqué, respondió: "Aquí es sumamente inusual desafiar el status quo."

Bromeando le dije: "Miyamoto Musashi lo hizo," refiriéndome al legendario héroe japonés del siglo XVII. Sonrió y contestó: "Y esa es la razón del porqué Musashi es un héroe único."

Y por tanto Ric O'Barry, habiendo visto la dificultad que suponía liberar a los delfines, creyó que el activismo de liberación se vería rápidamente sofocado y restringiría completamente el acceso a Taiji y por esa razón adoptó la estrategia de supervisar y documentar la matanza. Luego se unió a Louis Psihoyos y juntos produjeron la galardonada película The Cove.

Fue una película de producción occidental pero no cabe duda de que el gobierno japonés prestó atención cuando fue nominada y ganó el premio al mejor documental. Con gran reticencia decidimos evitar más liberaciones de delfines y hacer como Ric. Y creemos que es una estrategia que puede funcionar pero no de la noche a la mañana. Ese es el porqué la llamamos Operación Paciencia Infinita.

Así pues, tras el éxito de The Cove, Sea Shepherd regresó a Taiji para llevar a cabo la estrategia promovida por Ric. Supervisar y documentar dentro de los límites de la legislación japonesa.

Pero añadimos algo que nunca se ha había visto antes y era tener a un equipo sobre el terreno en Taiji, día tras día, observando continuamente y documentando cada movimiento de los asesinos.

¿Los Guardianes de la Cala son impopulares entre los pescadores japoneses?

Por supuesto que lo son.

Nos decepcionaría si no fuera así.

Esperamos que los pescadores y sus seguidores nos demonicen. No esperamos que nuestros aliados les den la razón.

No nombraré nombres ni señalaré a ningún grupo. Me niego a permitir que los asesinos de delfines y sus seguidores inciten a creer que Sea Shepherd es divisionista. Simplemente no lo haremos.

Pero debo abordar una crítica, y de nuevo sin nombrar nombres, y esa crítica dice que "no tiene derecho a dirigir los Guardianes de la Cala porque nunca ha estado en Taiji."

No estoy seguro del porqué se hizo pública esa crítica pero el hecho es que no soy ni he sido nunca el coordinador de los Guardianes de la Cala. Y la razón de no haber estado nunca en Taiji es porque el gobierno japonés nunca me ha permitido ir a Taiji. Sin embargo estuve en la isla Iki, por tanto he visto la matanza.

La actual coordinadora de los Guardianes de la Cala es Melissa Seghal y está perfectamente cualificada. Es apasionada, resuelta, prudente, experimentada y eficiente. Creo que es chauvinista por parte de los críticos sobre el terreno en Taiji ignorar o negar el liderazgo real de una mujer desahogándose con alguien que piensan que es el líder porque es un hombre.

No estoy al cargo de los Guardianes de la Cala en Taiji ni lo haré nunca. Lo hace Melissa.

La posición de la Sea Shepherd Conservation Society es: 1. Los Guardianes de la Cala no abandonarán Taiji hasta que acabe la matanza. 2. Los Guardianes de la Cala se centrarán en su principal objetivo que es poner fin a la matanza de delfines. 3. Los Guardianes de la Cala cooperarán con todas las demás organizaciones que se opongan a la matanza, tanto extranjeras como nacionales. 4. Si alguna organización desea distanciarse de los Guardianes de la Cala se respetará su deseo sin comentarios. 5. Los Guardianes de la cala operarán dentro de los límites de la legislación japonesa. 6. Los Guardianes de la Cala aplauden y alientan la implicación de los ciudadanos japoneses. 7. Y más importante, los Guardianes de la Cala nunca abandonarán a las verdaderas víctimas de este horror, los delfines inocentes e indefensos masacrados despiadadamente por un pequeño puñado de individuos que traen la vergüenza a toda la nación de Japon.

Dolphin Project, Earth Island, Save Japan's Dolphins, Surfer for Cetaceans y FLIPPER. Deseamos mucho éxito a estos grupos y apreciamos todo lo que han hecho y están haciendo.

La fuerza de un ecosistema reside en la diversidad y en la interdependencia. Son las leyes de la ecología y los movimientos sociales funcionan del mismo modo. Diversidad e interdependencia. La diversidad en las tácticas, estrategias, opiniones, perspectivas e imaginación. Debemos ser interdependientes para lograr el éxito o como una vez escribió el mayor de todos los legendarios samurais: "El doble filo de la pluma y la espada. La educación y la confrontación."
https://www.facebook.com/SeaShepherdChile?ref=stream 
http://anclajedeluz-rayma.blogspot.com.ar/ 

1 comentario:

  1. HAY QUE HACER ALGO CUANTO ANTES AUNQUE CREO QUE YA SE ESTA HACIENDO ALGO , POR UNA PUBLICACION ANTERIOR DEL BLOG.
    POBRES DELFINES CON LO EVOLUCIONADOS QUE ESTAN Y LAS VIDAS QUE HAN SALVADO

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