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domingo, 4 de diciembre de 2016

ADENTRARSE EN LO DESCONOCIDO... SANARA VUESTROS CONFLICTOS INTERIORES.

ADENTRARSE EN LO DESCONOCIDO... SANARA VUESTROS CONFLICTOS INTERIORES.

Si os preguntáis cómo deshaceros de vuestros conflictos interiores, la respuesta es adentrándoos en lo desconocido. 

Después de todo, cualquier buen matemático o físico tiene que investigar lo desconocido, y quizá también el artista, si no se ha dejado arrastrar demasiado por sus propias emociones e imaginación. 

Y vosotros, personas con problemas cotidianos, también tenéis que vivir con un sentido profundo de comprensión, es decir, también tenéis que penetrar en lo desconocido.

Una mente que está siempre persiguiendo los fantasmas que ella misma ha inventado, con todos sus problemas y contradicciones no tiene posibilidad de penetrar en lo desconocido. 

Como personas normales que sólo vivís las monótonas, anodinas y pequeñas vidas de todos los días, estáis interesados en cómo cambiar todo eso inmediatamente, pero la gente cambia con los nuevos inventos, nuevas presiones, nuevas teorías, nuevas situaciones políticas; todo eso produce cierta cualidad de cambio, aunque no habla de una revolución radical, básica, en el propio ser, y de si esa revolución puede efectuarse en forma gradual, o instantáneamente.

Los seres humanos han tratado de hacer esto durante milenios, pero realmente no han podido cambiar radicalmente, con alguna que otra excepción, de modo que es necesario saber si cada uno de vosotros y, por lo tanto, el mundo -ya que vosotros sois el mundo y el mundo es vosotros- puede eliminar instantáneamente todo el afán, la ira, el odio y la enemistad que habéis creado, y la amargura que soportáis. 

Aparentemente la amargura es una de las cosas más comunes que tenéis. ¿Podéis erradicar toda esa amargura instantáneamente conociendo sus causas, viendo toda su estructura? 

Pues bien, eso es posible únicamente cuando hay observación, cuando la mente puede observar con gran intensidad, entonces esa misma observación es la acción que pone término a la amargura. 

Del mismo modo, debéis considerar si existe alguna acción libre, espontánea y que no dependa de la voluntad, o si se basa en la memoria, en vuestros ideales, en vuestras contradicciones, vuestras heridas, vuestro sufrimiento, etc. de si se aproxima siempre a un ideal, a un principio, a un patrón, porque, de otro modo, tal acción no es acción en absoluto, porque engendra contradicción entre lo que debería ser y lo que es.

Angel Luis Fernández.


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